Medellín, Mayo 29 de 1994.
Licenciada
Dioselina Pérez Castrillón
Rectora
Liceo Departamental María Montessori
Cordial saludo.
Presento esta solicitud, respetuosa, apoyada en el artículo 23 de la Constitución Nacional. La solicitud es de estricto interés personal. Solicito a usted, como máxima autoridad de la Institución, tomar las medidas necesarias para poder ejercer el derecho contemplado en el artículo 25 de la Constitución Nacional.
Me veo en la obligación de presentarla en tanto las condiciones de trabajo no me permiten realizarlo digna y justamente.
Paso a relatar algunos de los hechos:
1. Al llegar a la Institución debo esperar hasta que alguien decida abrirme la puerta. Todo depende de las circunstancias, no predecibles. De la única manera que puedo ingresar inmediatamente llego, es cuando hay un estudiante encargado de abrir, la profesora Beatriz Restrepo o la señora del aseo. A la hora de salir es aún más grave la situación porque sólo a las 12.30 p.m. abren la puerta. Yo me siento aprisionada, si tuviera que salir a otra hora, no podría hacerlo, hasta tanto no obtenga el permiso oficial y “aparezcan” las llaves.
Frente a este hecho invoco los artículos 16 y 24 de la Constitución Nacional.
2. Cuando estoy en el aula de clase, con mis alumnos, somos interrumpidos permanentemente por diferentes personas, ejemplo: el día 24 de Mayo, estando en clase en Sexto cinco (6.5.) fuimos interrumpidos seis (6) veces, así:
2.1. La profesora Beatriz Restrepo, para solicitar prestado un cuadernillo de Estética.
2.2. Doña Margarita, la señora de la Asociación de Padres de Familia, para hablar con una alumna.
2.3. Una alumna, para informar a los participantes en el Complemento, su iniciación al día siguiente, y por tanto, la necesidad de traer el dinero.
2.4. Otra alumna, para informar a los que iban a participar en la elección de personero y no poseían carnet, la posibilidad de elaborar uno en la casa.
2.5. Un alumno, solicitando le enviara al profesor César, dos (2) alumnos altos. Al preguntarle ¿para qué?, responde no saber.
2.6. Su persona, para preguntarme: ¿tiene unos alumnos castigados?
Las orientaciones dadas para la organización del trabajo con el personal son poco precisas y para uno es muy difícil colaborar así. Ejemplo: El día 27 de Mayo, cuando me correspondía clase en siete, dos (7.2.), grupo al que coordino, la profesora Alba me solicitó el favor de organizar el personal para que saliera inmediatamente sonara el timbre y dejara los alumnos a quienes correspondía el aseo. Con esta información llegué al salón de clase, cuando había iniciado, se presenta la profesora Estella para decirme que los alumnos del aseo fueran barriendo por los laditos de los otros; orientación que no acepté. Continúo hablando con los alumnos y regresa la profesora Estella a informar: no sonará el timbre, despáchelos cuando lo considere conveniente. Continúo y se presenta la profesora Beatriz Restrepo a decir: qué pena Margarita, pero ya, permanece en la puerta, dando la espalda. Era tanta mi confusión que les dije a los alumnos: analicemos las informaciones que hemos recibido, y una vez, enunciadas, les dije: váyanse, por favor, voy saliendo con ellos y la profesora Beatriz los devuelve, les ordena sentarse nuevamente porque los va a despachar de a uno. Todo lo que pude hacer, para no perder mi control fue dejarla haciéndolo.
Estos y otra serie de acontecimientos, sumados a mis intentos por conseguir otros métodos para contribuir a la formación de los estudiantes, tienen completamente afectado mi sistema nervioso como educadora, y de no tomarse medidas me veré obligada a tomarlas yo.
Agradeciéndole de antemano su colaboración para resolver mi delicada situación.
MARGARITA BERNAL ACEVEDO