Amados hijos.

Quiero contarles quien SOY y todo lo que significan para mí.

Tenerlos es lo más maravilloso que me ha dado la vida. Pienso en lo mucho que hemos vivido juntos, en un mundo en que se nos dificulta SER pero en el que se nos da también la posibilidad de SER.

Soy una persona tan frágil y pequeña como ustedes, llena de sueños, esperanzas y contradicciones, pero con algo más de experiencia y mucho de angustia por todo lo que he querido darles y no he podido. He comprendido que sólo puedo ofrecerles lo que TENGO, lo que SOY como persona.

Que engañada estaba al buscar en cuanto libro y conferencia había, las cosas que necesitaban, sintiéndome cada vez más impotente e incapaz.

He llegado a la conclusión de que sólo necesito darles lo que SOY: AMOR. Al despertar, mi alegría de verlos nuevamente sanos y dispuestos a enfrentar el mundo; al caerse, mi APOYO y al TRIUNFAR, MI REGOCIJO.

Unidos aportaremos a la CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO DONDE HAYA ESPACIO PARA TODOS.

A ustedes lo mejor de mí y todo un MUNDO por cambiar.

Mi responsabilidad como MADRE es tan indelegable como la que tengo conmigo.

En ustedes estoy plasmando todo aquello que tendrán vuestros hijos. ¿Verdad que serán para ustedes lo que para mí han sido?

Doy gracias a DIOS por haberlos colocado en mi camino.