La FAMILIA, en la situación de crisis en que vivimos, debe entrar a variar su concepción, dado que existen condiciones particulares en los diferentes países y sectores sociales.
Actualmente se impone, cerrar filas a concepciones más amplias como:
FAMILIA HUMANA: Compuesta por todos los seres humanos existentes en cualquier lugar del mundo. Un solo humano que sufra, nos debe ocupar.
FAMILIA DE TRABAJO: Son todos aquellos que están comprometidos con una determinada actividad productiva o de servicios, y deben mantener unas buenas relaciones consigo mismos, con los demás, con los objetos y medios de trabajo.
FAMILIA DE HOGAR: Compuesta por todos los que comparten un mismo techo. Su objetivo: Colaborarse para salir adelante como equipo.
FAMILIA ESCOLAR: Integrada por todos los miembros de una Institución educativa. Propósito: Contribuir al crecimiento personal de cada uno.
El reparto de FUNCIONES no coloca a ningún ser humano por encima de otro. Es preciso reconocer la necesidad y conveniencia de distribuir el trabajo como una forma de colaboración solidaria para mejorar la producción y calidad de vida.
Somos SERES ÚNICOS INTERDEPENDIENTES.
Somos UNO con los otros seres humanos y la NATURALEZA.
Aprendamos a leer, fuera de los libros, en el ENTORNO, para tomar verdaderas lecciones de VIDA de los diferentes reinos de la NATURALEZA, donde encontramos: PAZ, ARMONÍA, RESPONSABILIDAD, LEALTAD, IDENTIDAD Y AUTOESTIMA.
TODOS LOS SERES HUMANOS, sin importar nuestra edad, credo, política, raza, condición social, cultura, trabajo, tenemos algo que aportar al crecimiento, desarrollo y compromiso de la ESPECIE HUMANA, CONSTRUIR UN MUNDO DONDE HAYA ESPACIO PARA TODOS.
Cualquier atentado contra la NATURALEZA y los SERES HUMANOS impide esta tarea.